Spa: qué significa la palabra y cómo nace el spa moderno

Todos tenemos una idea de qué es un spa. Y aunque no lo hayas probado nunca, lo que es cierto, es que habrás oído la palabra "spa" miles de veces.

¿Pero sabes de donde viene el término y como han nacido estos centros? Te lo contamos en este artículo.

 

Spa: significado y origen de la palabra

Si alguna vez has buscado el significado de la palabra spa, habrás encontrado muchos blogs y artículos que te cuentan la historia del latinismo salus per aquam, o sea "salud por medio/a través del agua".

Aquí vamos a acabar con el mito. Por muy fascinante que sea esta definición, no tiene ningún fundamento histórico o lingüístico. Es decir, "spa" no es un acrónimo de la expresión latina, ya que ningún autor de la antigua Roma ha utilizado nunca esta palabra.

El moderno spa de Hospes Maricel, en Mallorca, une el circuito de aguas a la sauna y al Hammam.

¡Te parecerá increíble, pero la palabra spa, empleada como nombre común, aparece en las publicaciones solo a partir del los primeros años del 2000! Así que hay que considerar esta definición como etimología popular, o sea como un significado que se ha atribuido posteriormente para justificar el uso de la palabra.

¿Pero entonces de dónde viene la palabra spa?

La palabra spa es un topónimo que deriva de la ciudad de Spa, en Bélgica, y es una adopción de la lengua inglesa.

Ya en época romana, esta ciudad tenía el papel de importante centro hidrotermal, tanto que fue mencionada incluso por el célebre autor latino Plinio el Viejo. Olvidada por la mayoría para muchos años, se volvió a popularizar entre los siglos catorce y dieciséis, transformándose en un centro vacacional para la aristocracia y la alta burguesía europea.

De allí, la palabra empieza a abandonar su significado exclusivo de topónimo y a usarse, en inglés, como un nombre común para indicar una fuente mineral o medicinal. Y así es como se ha difundido hasta volverse usual en todo los otros idiomas.

Gloria Palace Amadores, en Gran Canaria, tiene uno de los circuitos thalasso más completos de Europa.
 

¿Cómo nacen los spas?

Son los antiguos romanos quienes más trazas han dejado de su relación con el agua termal, gracias a los balnearios. De hecho, aunque el agua haya tenido siempre cierta importancia ritual, no se puede hablar de termalismo hasta la época griega y romana.  

Pero con los romanos, estos centros se desvinculan de los lugares donde surgían fuentes naturales, ya que se perfeccionan los acueductos y se desarrollan tecnologías para calentar grandes cantidades de agua. Así es como las termas romanas empiezan a difundirse en todas las ciudades como centros dedicados a la higiene y como sitios donde encontrarse y socializar.

Hospes Puerta de Alcalá propone circuitos de spa y masajes balineses en el centro de Madrid.

El poder benéfico del agua es muy relevante también en Asia. Japón, por ejemplo, es uno de los países con más fuentes naturales de agua fría y caliente y tiene una larga tradición termal. En otros países de Asia, el turismo ha contribuido a impulsar la difusión del los spas y de los centros termales, así como no se puede negar la fuerte influencia de la medicina china y de sus preceptos.

Por otra parte, los centros de bienestar occidentales también han absorbido técnicas y rituales de origen oriental para tener una oferta más completa.

 

La invención del Spa moderno

Hay que esperar siglos para que al lado de las termas y de los balnearios aparezca otra manera de disfrutar de los beneficios del agua, y nazca el spa.

Los spas modernos aparecen a principio del siglo veinte, cuando se empieza a pensar a otro uso del agua que no sea solo terapéutico o médico.

THE SPA, en Barcelona, propone una visión holística del bienestar, uniendo los tratamientos veganos y personalizados a 30 minutos de circuito ge aguas.

Son los años del desarrollo del sector beauty, así que los antiguos balnearios se vuelven una oportunidad, porque pueden ser el lugar ideal para desarrollar nuevas técnicas. Entre los pioneros de esta nueva idea, podemos nombrar el famoso centro Saratoga Spring en Estados Unidos, un área de spa y hoteles ya activa en el 1800, o Elizabeth Arden, la creadora del emporio mundial de productos de belleza que abrió un spa moderno en Manhattan a principio del 1900.

En este fervor, se desarrolla cada vez más la idea del spa como centro especializado en el bienestar, que une los circuitos de aguas a otros servicios como la estética o los masajes. Poco a poco, este nuevo centro evoluciona: se ofrecen cada vez más rituales y se adoptan tradiciones diferentes. Aparecen las saunas finlandesas, los baños turcos, el hidromasaje y los circuitos Thalasso: ha nacido el spa moderno.


 

¿Quieres saber más?

Echa un vistazo a nuestro artículo sobre los beneficios de ir a un spa.